Hoy me levanté, desayuné y decidí aprovechar el feriado yendo a recorrer librerías. Me vestí, calcé música y salí a caminar por la calle Florida. Entré a mi preferida y recorrí sus pasillos: quería ver las novedades y algunos libros de Diseño , Publicidad y Comunicación.
Subí las escaleras al segundo piso... y hubo algo que me llamó poderosamente la atención: la sección llamada "Divulgación". Las dendritas en mi cerebro hicieron sinapsis dando como resultado la ecuación "divulgación = divulgación científica". Imaginé libros Kuhn, Bachelard y demás espistemógolos de los cuales la mayoría de los estudiantes de la UBA no van a saber nunca más una vez aprobada Introducción al Pensamiento Científico. Me acerqué a mirar.
Me equivoqué: divulgación era igual a tarot, astros y Ludovica Squirru, es decir prácticas y seres profanos ante el ojo moderno que parecen reivindicarse en el mundo posmoderno.
Otra vez la cadena asociativa hizo su aparición, haciéndome cuestionar si el término divulgación se encontraba etimológicamente unido a vulgo, por ende al populacho. De esta forma no sería casual libros de "baja ciencia", usualmente asociados al consumo popular-es decir, el "vulgo"- se encuentre agrupada bajó el término divulgación.
Seguí caminando: me detuve en mesa con los libros de Marketing. "Los dioses del marketing son humanos" ,"Marketing y niños", "Monólogo de un vendedor" y los títulos continuaban. Empecé a sentirme bastante horrorizada, pero no podía parar: el morbo me impulsaba y me acerqué a los estantes para seguir mirando títulos. "La revolución para vender más", "Enamore a sus clientes", "Gestionar la confianza". Cómo si la confianza fuese parte de un plan de marketing, en el cual hay tácticas y estrategias reflejadas en inmutables pasos a seguir.
Básicamente lo que sentí fue una invitación a sumergirme a un mundo vacío, sin valores, sin otro compromiso más que el de minimizar al otro.Si, es el mundo de los negocios, un mundo de soledad, que cree conocer todas las reglas doradas, puesto que las mismas son pregonadas por los múltiples gurúes. Porque si, si hay una palabra que el mundo del marketing repite orgulloso es "gurú".
Y así es como reconfirmé dos cosas:
1-Uno siempre debe ser crítico con sus prácticas y cuestionarse todo: para mi es la clave para seguir creciendo. Es parte de mi filosofía, que día a día me permite crecer personal, emocional yprofesionalmente. Para mi es clave para entender lo que no quiero, descartarlo, capitalizar el conocimiento e ir en búsqueda de nuevos caminos.
2-Necesito un cambio radical en mi carrera profesional. Ya no me satisface.
Si. Fui, soy y creo que seguiré siendo inconformista. Pero me resulta.
Nada es azaroso en este mundo. No hablo de grandes conspiraciones, de masones o "El código Da Vinci". Hablo de algo mucho más cercano: la próxemica y el disciplinamiento social. Como quedan pocos espacios "ingenuos", puesto que nos dicen por donde caminar, a qué hora ir a trabajar, que camino seguir o cuáles son la categorías para buscar libros. Si bien es imposible salirse de la rueda, está en nosotros encontrar esos puntos de fuga que nos permitan transitar sin gurúes.
Quizás así, algún día, podamos comenzar cuestionarnos como salir de la rueda.