Algunas reflexiones en el sillón del coiffeur (o feliz cumpleaños a mi)

Nací el 6 de agosto de 1984,a las 8.35 de la mañana. Hasta dónde se, era una mañana fría y lluviosa.
Mis padres esperaban mi arribo para 3 semanas después, lo cual quiere decir que hubiese nacido bajo el signo de Virgo y no de Leo.
Hoy es 5 de agosto de 2009, y mañana cumplo 25 años. Como todos los años, decidí que era hora de ir a peluquería. Hace un año exacto que no me cortaba el pelo: lo tenía muy largo y por un raye, decidí cortármelo cortito carré.Necesitaba cambiar. Todo este año, decidí no tocarlo y que crezca libremente.
Llegué a casa después de 3 días muy intensos laboralmente. Mi cabeza y mi cuerpo estaban totalmente agotados.Me di una ducha en agua tibia. Luego me cambié para ir a la peluquería. En el intermedio entre la ducha y las tijeras, recibí un llamado del lugar donde había reservado para festejar mañana. Me decían que querían reconfirmar la reserva, y que si mañana no estaba allí a las 7 horas puntual con toda la gente que vendría, perdía la mesa puesto que "hay mucha gente dispuesta a pagar euros para entrar allí". Yo intenté hablar con ellos, explicándoles que eso era imposible, que habría gente que llegaría más tarde por una cuestión lógica, a lo que me respondieron que esas eran las reglas del lugar y me colgaron. Me dio mucha bronca. Asique automáticamente decidí cambiar de lugar de festejo. Salí de mi casa rumbo a la peluquería con los ojos vidriosos, a punto de llorar, porque me había dado mucha bronca lo que acababa de ocurrir. Fui a la peluquería y esperé a que me atiendan.
El peluquero me enjuagó el pelo, al mismo tiempo que estaba fascinado por la cambinación entre mi piel muy blanca y mi cabello oscuro.
Llegó el turno de sentarme en la silla. "Es muy básico lo que me quiero hacer, solamente quiero que me cortes las puntas, me dejés el pelo así, recto y me emparejes el flequillo". El se me quedó mirando con cara de "¿porqué?" y me preguntó: "¿Pero estás segura que no querés capas o algo así?". Lo mirá a través del espejo y sin pensarlo le dije "No, ya tuve muchos cortes de pelo raros en vida, lo tuve teñido de todos los colores, ahora solamente quiero simplicidad. Cuando uno está acostumbrado a lo complejo, llega un punto donde quiere disfrutar de lo simple.Podés jugar mucho más" Se me quedó mirando y me dijo: "hace mucho que no escuchaba que alguien me diga algo así.Me gusta que uses la palabra jugar".
-"Es que lo simple no es sinónimo de aburrido. Solamente hay que aprender a disfrutarlo, jugar, experimentar", le respondí y a partir de ahí se dio una charla maravillosa sobre el ser humano y los vínculos que entablamos socialmente.Me terminó diciendo que era una trotamundos y que debo ser una de esas personas con las que se puede estar charlando horas.
Fue un momento bastante particular, en el lugar donde menos esperaba encontrarlo. Luego me fui con mi corte de pelo a reservar un nuevo bar: un pool en mi barrio,simple, sin pretensiones, donde la cerveza no es cara y nadie te discrimina por no tener euros.


Hace dos años me dejé de teñir, hace uno que no me lo cortaba. Ahora tengo un corte simple y así lo disfruto: es como una hoja en blanco esperando a ser llenada por lo que tenemos para decir. Este nuevo año no es más ni menos que una hoja en blanco esperando ser llenada. Y la única forma de hacerlo es recorriéndola de lado a lado, experimentando y jugando con los colores y trazos. Total, existe la goma de borrar.

Felices 25 a mi.