Si arranca el walkman.

El primero que tuve, me lo regalaron mis tíos para mi cumpleaños de 8. Era fucsia, con 3 botones en amarillo: play, stop y ff.
Luego, cuando tenía 11 años, mi mamá me regaló un Philips negro. Era (para el momento) la sofisticación en objeto.Tenía una pantalla con números digitales,en las cuales se podía visualizar la radio que se sintonizaba al momento. Tenía 5 botones grises, de goma y memoria para 10 radios. Apretando un boton color crema, también de goma, se podía acceder a la memoria de las otras 5 radios. Este walkman si tenía boton de fw. Por lo tanto, 4 eran las teclas.
Cuando estaba en 2 año, ese walkman se me rompió. Lo golpie sin querer en el colegio y se le rompió la ruedita del volumen. Tire un tiempo, alrededor de un año y medio, hasta que encontré un discman que andaba perdido en la casa. Luego, cuando terminé el secundario, me compré un discman nuevo. Era bordó ( o bordeaux), negro y gris metálico. Anduvimos juntos por tres años.
Se volvió obsoleto,incómodo y con limitada capacidad musical. Asique me compré un mp3 de 1G por Mercado Libre.
Pasó un año...y para mi cumpleaños de 23 me regalaron un Sony violeta, de 8G, muy vistoso desde lo visual,pero una porquería desde su uso. Ahora estoy planeando cambiarlo por un Ipod Classic.
En este aparatejo, tengo cargadas las más variadas melodías. De Gilda a Minor Threat, pasando por Pennywise, Bad Religion, Leo García, Blink 182, Flema, Johnny Cash, Roy Orbison, Julieta Venegas, Réstos Fósiles, Gorilla Biscuits, Architecture in Helsinki o Nueva Etica.
Sea como sea, no puedo estar sin un dispositivo musical portátil encima, así como tampoco sin un libro.
Y hablando de libros, hoy voy a empezar uno nuevo.